Cáncer de hígado

Introducción

El carcinoma hepatocelular es el responsable de la mayoría de los tumores del hígado.

La radioterapia estereotáxica (SBRT) es una técnica novedosa, ambulatoria, no dolorosa, no invasiva y que permite la rápida incorporación del enfermo a su vida habitual

En iTAcC tenemos como objetivo fundamental la realización de un tratamiento individualizado para obtener el mayor porcentaje de éxito en cada paciente.

El hígado es el órgano sólido más grande del cuerpo. Está situado bajo el diafragma, en la región superior derecha de la cavidad abdominal, y tiene funciones fundamentales para mantener el equilibrio del organismo tales como la síntesis de proteínas, almacén de vitaminas y secreción de bilis y enzimas digestivas, entre otras. También es el responsable de eliminar de la sangre determinadas sustancias que pueden resultar nocivas.

Existen cinco tipos principales de tumores hepáticos, cada uno de los cuales presenta unas características determinadas y un tipo de tratamiento diferente:

  • Carcinoma hepatocelular: es el cáncer primario maligno de hígado más frecuente. Se origina a partir de las propias células hepáticas, llamadas hepatocitos.
  • Colangiocarcinoma: surge a partir de células de los conductos biliares (colangiocitos) dentro del hígado colangiocarcinoma periférico) o fuera del hígado (colangiocarcinoma extrahepático) Es un tipo de cáncer relativamente poco frecuente, cuyo origen se relaciona con factores de riesgo que tienen en común la inflamación crónica de las vías biliares.
  • Carcinoma de vesícula biliar: se origina en las células de la pared de la vesícula biliar.
  • Metástasis hepáticas: son los tumores más comunes del hígado, originadas por la proliferación de las células procedentes de tumores primarios de otros órganos (enfermedad secundaria).
  • Tumores benignos (hemangioma, hiperplasia nodular focal y adenoma): Son lesiones poco frecuentes, por lo general no requieren tratamiento médico o quirúrgico.

En iTAcC contamos con un equipo médico que posee una dilatada experiencia en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de tumores hepáticos.

Factores de riesgo

El carcinoma hepatocelular es el responsable de la mayoría de los tumores del hígado. Este tipo de cáncer es más frecuente en los hombres que en las mujeres y generalmente se observa en personas de más de 50 años de edad.

Entre los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de hepatocarcinoma se encuentran:

  • Cirrosis hepática: es la cicatrización crónica del hígado, más del 90 % de los tumores malignos del hígado se originan a partir de esta enfermedad.
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Enfermedades autoinmunitarias: Cirrosis biliar primaria.
  • Infección por el virus de la hepatitis B o C.
  • Inflamación prolongada (crónica) del hígado.
  • Hemocromatosis: sobrecarga de hierro en el cuerpo.
  • Déficit de alfa1-antitripsina: es un enzima que protege a los tejidos de las lesiones que produce la inflamación.
  • Sustancias tóxicas: cloruro de vinilo, dióxido de torio, arsénico, aflatoxina (producida por hongos), anabolizantes.

Prevención

La prevención se basa fundamentalmente en la identificación y eliminación de los posibles factores de riesgo de la enfermedad. Desde iTAcC recomendamos encarecidamente un adecuado control del peso corporal, limitar el consumo de alcohol, una correcta vacunación contra el virus de la hepatitis B y evitar la exposición a sustancias tóxicas.En pacientes seleccionados es necesario realizar pruebas de cribado para la detección de hemocromatosis.

En aquellos pacientes diagnosticados de hepatitis por virus B o C se debe llevar a cabo un tratamiento antirretroviral adecuado y un seguimiento exhaustivo para evitar la progresión de la enfermedad, y de esta forma disminuir el riesgo de aparición de un tumor hepático.

Síntomas

Habitualmente las lesiones hepáticas son asintomáticas, y es frecuente que se detecten a partir de alteraciones analíticas en exámenes rutinarios de salud.

A medida que un tumor hepático aumenta de tamaño se pueden ir observando diversos signos y síntomas, como la coloración amarillenta de la piel debido a la acumulación de bilirrubina y la destrucción de células hepáticas, dolor y pesadez en el lado derecho del abdomen, pérdida de peso y de apetito, y en casos muy avanzados se puede presentar confusión mental y tendencia al sueño.

Diagnóstico

El procedimiento diagnóstico habitual se basa en la realización de analítica de sangre con marcadores tumorales (AFP, CEA) y pruebas de imagen específicas.

Las pruebas de imagen más adecuadas para la realización de un correcto diagnóstico ante la sospecha de una lesión maligna en el hígado son las siguientes:

  • Ecografía abdominal: El médico especialista realiza un examen ecográfico del abdomen completo usando una sonda de ultrasonido mediante la cual se obtienen imágenes del hígado y de los órganos adyacentes. Es una prueba indolora, segura, efectiva y rápida.
  • TAC (Tomografía computarizada): Es una técnica de imagen que utiliza rayos X para obtener imágenes de gran nitidez, en la que se puede estudiar de forma precisa toda la cavidad abominal. En muchos casos se inyecta un contraste radiopaco que permite visualizar mejor las lesiones en el hígado.
  • RM (Resonancia magnética): Esta técnica utiliza campos y ondas electromágnéticas para la obtención de imágenes que nos permiten diferenciar con gran exactitud las lesiones del hígado. Al igual que en la TAC, en muchas ocasiones se utiliza la inyección de contraste.
  • Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) y ultrasonografía endoscópica (UE): Se trata de un examen endoscópico que permite tener una visión directa de las vías biliares dentro y fuera del hígado.
  • Colangiografía percutánea trans hepática (PTC): Es un examen radiológico que muestra en detalle las vías biliares mediante la punción directa del hígado a través de la pared del abdomen.
  • Biopsia hepática: Ante el hallazgo de una lesión sospechosa mediante la técnicas de imagen, es necesario tomar una muestra de la misma para obtener un diagnóstico histológico definitivo. Se realiza mediante la punción directa de la lesión guiada por ecografía o por TAC.

Tratamiento

El equipo médico de iTAcC mantiene contacto directo con todos los especialistas implicados en tomar la mejor decisión terapéutica para el paciente diagnosticado de hepatocarcinoma, entre los que se incluyen cirujanos, especialistas en aparato digestivo, radiólogos, patológos, oncólogos radioterápicos y oncólogos médicos. Además al ser una institución abierta, nuestros especialistas cuentan con la opinión de los médicos de confianza del paciente si este lo desea.

En iTAcC tenemos como objetivo fundamental la realización de un tratamiento individualizado para obtener el mayor porcentaje de éxito en cada paciente.

Cirugía

La cirugía del hígado se realiza mediantes técnicas guiadas por imagen ecográfica, a través de las cuales el cirujano es capaz de identificar con precisión la localización de la lesión, lo que facilita la extirpación total de la misma conservando, a su vez, la mayor cantidad posible de tejido hepático sano.

Radioterapia

hepatocarcinoma

En pacientes seleccionados se puede realizar el tratamiento selectivo del tumor hepático mediante la administración de radioterapia radical, lo que permite aumentar de forma significativa las probabilidades de control local del tumor. Uno de los grandes usos de la radioterapia.

En iTAcC disponemos de la tecnología más avanzada y precisa para realizar tratamientos con radioterapia. Con el sistema TrueBeam STX © podemos llevar a cabo técnicas de radioterapia estereotáxica corporal (SBRT) o radioterapia de intensidad modulada (IMRT) guiada por imagen (IGRT), lo que nos da la posibilidad de administrar altas dosis de radiación al tumor con una precisión submilimétrica. A su vez, dicho sistema es capaz de detectar los movimientos respiratorios del paciente, lo que permite tratar el tumor conservando el mayor porcentaje posible de tejido hepático sano. Además, son técnicas no invasivas, ambulatorias, no dolorosas y que permiten la rápida incorporación del enfermo a su vida habitual.

Quimioterapia sistémica

Las indicaciones principales de la quimioterapia se basan tanto en reducir el tamaño tumoral y controlar la enfermedad previamente a los tratamientos locales como en disminuir la posibilidad de recurrencia posteriormente a los mismos. El tratamiento sistémico puede incluir la administración de fármacos biológicos diana para aumentar la tasa de control tumoral.

El fármaco que hasta la fecha ha demostrado tener una mayor repercusión en el control de la enfermedad es el sorafenib.

Terapia intraarterial (Quimioembolización)

Esta técnica se utiliza fundamentalmente en pacientes que no pueden ser sometidos a otros tratamientos. Consiste en la identificación de los vasos que irrigan el tumor, a través de los cuales se inyecta un agente quimioterápico (adriamicina o cisplatino) y posteriormente se obstruye el flujo sanguíneo para aumentar el efecto antitumoral.

Radiofrecuencia

Consiste en la ablación tumoral por calor, la cual se consigue mediante el aumento de temperatura generado por el paso de corriente. Se puede realizar por vía laparoscópica, cirugía abierta o por vía percutánea mediante la inyección de vectores guiada por ecografía a través de la pared abdominal. El procedimiento se lleva a cabo bajo sedación anestésica y con control ecográfico en quirófano.

Investigación

En iTAcC tenemos un gran interés por la investigación, dentro de exhaustivos protocolos clínicos, que permita encontrar nuevas terapias y mejorar las actuales, con el fin de aumentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes diagnosticados de cáncer de hígado.

Seguimiento

Después del tratamiento, el equipo multidisciplinario establece un plan de control personalizado de acuerdo a las necesidades de cada paciente y la biología de la enfermedad, para descartar o detectar precozmente una posible recidiva, efectuando un seguimiento basado en un control exhaustivo del tumor mediante pruebas de imagen y análisis de la función hepática.

El seguimiento, como toda actividad oncológica en iTAcC, se hace de manera personalizada y con la cooperación, al ser una institución abierta, de los médicos que han intervenido en el diagnóstico y tratamiento de cada caso.