Cáncer de testículos

Introducción

Los traumatismos, la infecciones o la radiación no aumenta la incidencia de tumores testiculares

Los tumores testiculares son muy quimiosensibles y responden de manera excelente al tratamiento

Los testículos son las gónadas (glándulas) masculinas responsables de la secreción de la mayor parte de las hormonas androgénicas en el varón y de la producción de los espermatozoides, y por consiguiente, la reproducción.

El cáncer testicular supone el 1% de todos los diagnósticos de cáncer en el varón. Aunque existen múltiples tipos de cáncer testicular, en función del tipo celular a partir de la cual se desarrolle el tumor, la gran mayoría se desarrolla a partir de las células germinales (tumores germinales) o espermatocitos (tumores testiculares).

Etiología y clasificación

Se ha observado una mayor incidencia de este tipo de patología en personas de raza negra respecto a la raza caucasiana, y mayor en caucasianos frente a los asiáticos. La criptorquidia (falta o retraso en el descenso de la bolsa escrotal, quedando los testículos incluidos en el abdomen) es la patología a la que se asocia un mayor riesgo de padecer un tumor testicular (riesgo de 10 a 40 veces mayor). En los casos de pacientes con síndromes de feminización el riesgo de cáncer bilateral es mucho mayor. Se ha sugerido como factores de riesgo la historia de orquitis (inflamación del testículo) previa, los traumatismos testiculares o la irradiación, pero en ningún caso se ha podido definir una relación causa efecto clara.

Los dos grandes tipos de cáncer testicular, y de donde partirá el posterior manejo terapéutico son : tumor seminomatoso y no seminomatoso. Cada uno de estos se subdivide en subtipos histológicos que también marcarán la evolución de la enfermedad (espermatocítico, coriocarcinoma, embriogénico, tumor de yolk sac, teratoma). El primer grupo se suelen diagnosticar en edades comprendidas entre los 20 y 30 años, y el segundo en edades comprendidas entre los 40-50 años.

Diagnóstico

La sospecha más frecuente, deriva de masas dolorosas testiculares en las que se han descartado las patologías benignas más frecuentes (orquitis, epididimitis, hidrocele o varicocele).

El aumento mamario puede verse en tumores productores de hormona bHCG, aunque es una presentación clínica muy rara. Otros síntomas como dolor de espalda, dolor torácico o dolor de cabeza, derivaran de afectación por metástasis que guiarán el estudio de extensión.

El diagnóstico debe incluir la determinación de marcadores séricos como LDH, bHCG (fracción beta de la gonadotropina coriónica humana) y alfa-fetoproteína. Aunque no se mostrarán elevados en todos los tipo tumorales, du determinación y monitorización ayuda al diagnóstico, la clasificación y el seguimiento.

Los expertos de iTAcC recomiendan como pruebas de imagen que no deben faltar en el estudio de los pacientes con cáncer testicular:

  • Tomografía axial computerizada (TAC) de abdomen y pelvis, junto con TAC o radiografía simple de tórax.
  • PET-TAC: no es útil al diagnóstico inicial. En la evolución puede ser necesario su uso ante persistencia de lesiones, siempre que no sea un tumor no seminomatoso.

En función de los síntomas o signos que aquejen los pacientes en el momento del diagnóstico inicial, o durante la evolución (tratamiento o seguimiento), se hará uso de otras pruebas como son la resonancia magnética o la gammagrafía ósea, para filiar o descartar otras patologías o complicaciones de la enfermedad tumoral.

Tratamiento

La cirugía con orquiectomía (exéresis del testículo afecto) por vía inguinal es el procedimiento principal a realizar en estos pacientes. Tanto como procedimiento diagnóstico principal como tratamiento fundamental en los casos localizados a nivel testicular (estadios in iciales de la enfermedad).

Los tumores testiculares son muy quimiosensibles y responden de manera excelente al tratamiento. La quimioterapia adyuvante es necesaria, siempre que tras la orquiectomía se presenten en el estudio histopatológico factores de riesgo de recaída del tumor, o si no normalizaran los niveles de los marcadores tumorales o si la enfermedad ya tuviese una extensión más allá de la testicular.

La radioterapia utilizada como tratamiento adyuvante ha sido utilizada en situaciones también de enfermedad localizada a nivel testicular, profilácticamente sobre cadenas ganglionares y como tratamiento para mejorar síntomas de difícil control con las terapias previas.

Seguimiento

En iTAcC se dispone de los medios para efectuar el seguimiento y control de la evolución de los pacientes que han padecido un tumor testicular con el fin de descartar la posibilidad de aparición de una recidiva de la enfermedad.

El seguimiento, como toda actividad oncológica en iTAcC, se hace de manera personalizada y con la cooperación, al ser una institución abierta, de los médicos que han intervenido en el diagnóstico y tratamiento de cada caso.