El cáncer de páncreas, el enemigo oculto

cáncer páncreas

Los especialistas solemos tachar al cáncer de páncreas de enemigo silencioso. En parte, porque cuando da la cara suele estar avanzado y porque su ubicación y contacto con otros órganos y estructuras del abdomen hace que se extienda con facilidad, lo que le convierte en uno de los tumores más letales.

De hecho, la propia organización Pancreatic Cancer de Reino Unido ha dado la voz de alarma declarando que este tipo de cáncer será uno de los cuatro más mortíferos (por detrás del de pulmón, colorrectal y cerebral) en menos de diez años. Esta organización prevé que los fallecimientos por cáncer de páncreas aumenten hasta en un 28% para 2026.

Tipos de cáncer de páncreas

El páncreas es una glándula situada en la región posterior del abdomen, detrás del estómago. Su función es la producción de enzimas para facilitar la digestión y la producción de hormonas que regulan la concentración de azúcar en la sangre (insulina y otras).

Los tumores de páncreas se clasifican en dos grandes grupos: tumores endocrinos y exocrinos, siendo estos últimos los más frecuentes. Los endocrinos representan en torno al 1% de todos los casos.

El tumor de páncreas más frecuente es el adenocarcinoma, es de rápido crecimiento muy difícil de diagnosticar en fases tempranas.

Síntomas del cáncer de páncreas

La razón por la que el cáncer de páncreas es uno de los tumores más difíciles de diagnosticar en sus fases iniciales es porque sus síntomas tienden a confundirse con otras enfermedades del aparato digestivo y porque la proximidad de otros órganos hace que, inicialmente, los profesionales sospechen que el origen de los síntomas se encuentre en esas otras estructuras.

Cuando aparecen los síntomas característicos del cáncer de páncreas, generalmente ya estamos ante un tumor en estadio avanzado. Es importante consultar con el especialista ante la presencia de:

  • Ictericia (coloración amarilla de la piel y mucosas)
  • Orina de color oscuro
  • Heces pálidas o grises.
  • Dolor abdominal o de espalda
  • Pérdida de peso inexplicable, cansancio y falta de apetito
  • Náuseas o vómitos.
  • Dolor en la parte alta del abdomen
  • Problemas digestivos que no responden a la medicación

Factores de riesgo

Hay una serie de factores de riesgo sobre los que no podemos influir pero que nos tienen que mantener vigilantes:

  • Sexo. Es más común en el sexo masculino que en el femenino.
  • Edad.  El 90 % de los afectados tiene más de 55 años y el 70 %, más de 65. No obstante, el cáncer de páncreas puede diagnosticarse en adultos de cualquier edad.
  • Antecedentes familiares. Cuando al menos dos familiares de primer grado lo han padecido o padecen, las probabilidades de padecerlo se elevan.

Hay otros factores de riesgo evitables, sobre los que debemos actuar de forma inmediata para evitar la aparición de este tipo de tumores:

  • Fumar: Las personas adictas al tabaco son entre dos y tres veces más propensas a desarrollarlo.
  • Obesidad: El consumo de alimentos con alto contenido de grasas es un factor de riesgo, así como el sobrepeso y la obesidad.
  • Diabetes: Esta enfermedad padecida a lo largo del tiempo también eleva el riesgo de cáncer de páncreas.

SBRT, IMRT, IGRT, opciones de tratamiento eficaz

Una vez diagnosticado y, en función del tipo de tumor y su estadiaje, la cirugía es el tratamiento más eficaz en los casos en que es posible extirpar el tumor, cuando no se ha extendido a los principales vasos sanguíneos ni a los órganos y estructuras cercanos: hígado, la cavidad abdominal o los pulmones; aunque sólo el 20% de los pacientes pueden ser intervenidos quirúrgicamente con intención de resecar el tumor completamente.

En aquellos casos en los que no es posible la cirugía o complementariamente, la radioterapia ha demostrado ser un tratamiento eficaz:

  • Tumores localizados: la SBRT o radiocirugía guiada por imagen en una o dos fracciones, ofrecen un elevado control local de la enfermedad, mejorando los síntomas y la calidad de vida de los pacientes.
  • Tumores diseminados en órganos cercanos: la radioterapia se combina con quimioterapia, usando técnicas de intensidad modulada (IMRT) guiada por imagen (IGRT), que se han revelado como las técnicas con menos efectos secundarios.
  • Tumores diseminados a distancia: la SBRT permite controlar los síntomas y reducir la carga tumoral del paciente.

La quimioterapia en el tratamiento del cáncer de páncreas

  • La quimioterapia se usa tras la cirugía para reducir el riesgo de recidiva a distancia y para prevenir recaídas locales, en combinación con la radioterapia.
  • Cuando el tumor está localmente avanzado y no es posible la cirugía, la quimioterapia –en combinación con la radioterapia- ayuda, en ocasiones,  a reducir el tamaño del tumor hasta hacerlo operable.
  • En las fases avanzadas del cáncer de páncreas, la quimioterapia nos sirve para frenar la progresión de la misma.

Las terapias biológicas y los fármacos activos frente a algunos factores de crecimiento tumoral han abiertos nuevas perspectivas en la lucha contra la enfermedad. Nuestro equipo de Oncología Médica tiene una gran experiencia en el uso este tipo de fármacos.