¿Protones o radioterapia de última generación?

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La radioterapia es uno de los tratamientos del cáncer más eficaces. Se usa en el 60% de los pacientes –sola o en combinación con quimioterapia o cirugía-, generalmente no requiere ingreso, no es invasiva y no requiere anestesia. Y, sin embargo, es la modalidad de tratamiento más desconocida. ¿Por qué? Probablemente porque el propio término “radiación” se asocia a toxicidad, aunque aplicado al cáncer tenga un efecto curativo, como aplicado al diagnóstico es capaz de transmitir información muy valiosa. Además es uno de los tratamientos que más ha avanzado en los últimos años con el desarrollo de tecnologías que han dado lugar a opciones nuevas de tratamiento: el Gammaknife, la Tomoterapia, el Cyberknife, y los aceleradores lineales de última generación, hasta la polémica terapia de protones, que han conseguido convertirlo en un tratamiento altamente seguro y eficaz. Aunque la obsolescencia que afecta a esta tecnología –que la SEOR estima que afecta al 30% de los aceleradores lineales- también hace dudar de su efectividad.

El Dr. Rodrigo García-AlejoDirector Médico de iTAcC -que ha abanderado la aplicación de los últimos avances y de su mano han llegado a España las últimas técnicas de tratamiento- nos da las claves para entender los avances en radioterapia que la han convertido en uno de los tratamientos más eficaces y con menos efectos secundarios y a conocer los beneficios de cada una de las tecnologías.

La radioterapia destruye los tumores por la acción de radiaciones ionizantes sobre tejidos tumorales. Sin embargo, la falta de precisión a la hora de delimitar el tejido tumoral y la necesidad de asegurar la destrucción del cáncer, había llevado a fijar unos “márgenes de seguridad” elevados. Márgenes de seguridad en lo que se refiere a asegurar la destrucción del tumor, “pero todo lo contrario en lo que se refiere a la preservación de los tejidos sanos que se veían ampliamente afectados, provocando secuelas post tratamiento e incluso limitando el propio tratamiento cuando el tumor se encontraba cerca de órganos vitales”, explica.

¿Qué ha significado cada mejora?

El Gammaknife

Es una modalidad de radiación que utiliza fuentes de cobalto 60 (un isótopo radiactivo) y que empezó a utilizarse en los años 60 del pasado siglo para tratar tumores cerebrales, y que hoy día se sigue usando en algunos centros. Actúa focalizando la radiación,creando esferas de radiación que engloban el tumor, creándose volúmenes de tratamiento poco homogéneos a partir de las fuentes de cobalto-60 colocadas en un casco metálico anclado al cráneo.

Tomoterapia

Este equipo realiza radioterapia de intensidad modulada gracias a que coloca un acelerador lineal dentro de un TAC, lo que permite conocer la posición del tumor antes de cada fracción de tratamiento y realiza tratamientos de 360 grados. Este sistema fue el precursor de los actuales aceleradores que realizan la Arcoterapia volumétrica modulada (V-MAT) y fue el primer sistema de radioterapia guiada por imagen (IGRT). Supuso un gran avance.

El Cyberknife

Diseñado por el Dr. Adler en 1994, se trata un acelerador lineal montado en un brazo robotizado que permite seguir unas marcas metálicas que se colocan previamente al paciente mediante punción para poder seguir el movimiento del tumor mediante un equipo de rayos X. Fue otro notable avance en el campo de la radioterapia.

Los aceleradores lineales de última generación

Fruto de los recientes avances en robótica, informática e ingeniería biomédica aparecen aceleradores lineales de nueva generación que pueden, además, estar unidos a sistemas de navegación corporal, como es el caso del sistema True Beam STx con tecnología Novalis, que aportan una precisión en el tratamiento desconocida hasta ahora. Esto permite disminuir enormemente el volumen de tejido sano radiado y, por tanto, los efectos secundarios de la radioterapia, abriendo nuevas fronteras a los tratamientos con radiación. Otra ventaja es que las sesiones se hacen más cortas y se reduce su número.

Estos aceleradores incorporan sistemas de guiado de imagen que permiten tener localizado el tumor en tiempo real para garantizar la máxima precisión durante la aplicación del tratamiento, sistemas de control de movimiento que sincronizan el movimiento natural de los órganos circundantes y del propio tumor con el haz de radiación, y una posibilidad de giro que se abarca todos los ángulos posibles. Su gran precisión hace posible tratar tumores en todas las localizaciones (cabeza y cuello, próstata, hígado y pulmón), preservando los tejidos sanos, incluso en zonas cercanas a órganos críticos. Su desarrollo, además, aporta gran confort al paciente en tratamientos como la radiocirugía cerebral en la que se ha eliminado los marcos esterotáxicos anclados al cráneo del Gammaknife y otros sistemas.

Además, a diferencia de otros modelos de este mismo acelerador lineal, el modelo STx con tecnología Novalis incorpora un software de actualización inmediata que evita la obsolescencia de esta tecnología que, según el presidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, afecta en nuestro país al 30% de los aceleradores lineales.

La Terapia de Protones

Utiliza un haz de protones en lugar de radiación ionizante y al igual que los aceleradores de última generación tratan con gran precisión el tejido enfermo preservando el tejido sano, lo que también lo hace especialmente útil en tumores cercanos a órganos críticos. Por su elevado coste (10 veces un tratamiento de radioterapia con un equipo de última generación), algunos sistemas sanitarios públicos han limitado su indicación a determinados tumores de base de cráneo y a algunos tumores pediátricos. Y aunque logra un control local del tumor, no ha sido posible hacer estudios aleatorizados de supervivencia, por lo que no está demostrada con evidencia científica su mayor efectividad en estos términos respecto a otras técnicas de radioterapia.

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