Tumores de cabeza y cuello

Introducción

Al conjunto de tumores localizados en la región cervical y craneal se les denomina tumores de cabeza y cuello, entre ellos incluimos los tumores localizados en:

  • La cavidad oral (labios, lengua, suelo de la boca, encías, paladar).
  • La región posterior de la boca (amígdalas, nasofaringe, orofaringe e hipofaringe).
  • La laringe.
  • Las cavidades nasales y los senos paranasales.
  • Las glándulas salivales (parótida, glándulas salivales submandibulares y sublinguales).
  • La glándula tiroides.
  • Los ganglios linfáticos del cuello.
  • La piel de la cara, cuero cabelludo y cuello.
  • El oído.
  • La órbita.
  • La base del cráneo.

Los tumores de cabeza y cuello representan aproximadamente el 10-12% de todos los cánceres los hombres y 4-5% en las mujeres.

La supervivencia global es mejor que la de los cánceres de otras ubicaciones, generalmente más agresivos, con una tasa de curación que se encuentra entre el 50 y el 60% y en los de tiroides casi se alcanza el 90%.

Factores de riesgo

  • El tabaco y el alcohol son los factores de riesgo más importantes de estos tumores: 8 de cada 10 cánceres de esta región se relacionan con el tabaquismo y el consumo de alcohol.
  • Las infecciones por virus (como el virus de Ebstein Barr o el VPH) se han identificado como factores predisponentes.
  • La mala higiene bucal y la escasez de frutas y verduras en la dieta se han considerado como factores de riesgo en la aparición de los tumores de esta área.

Síntomas

La presencia de lesiones (tumoraciones, úlceras) en la cavidad oral que no curan en un plazo de tiempo pequeño, su sangrado, los cambios de voz mantenidos en el tiempo, la dificultad al tragar o el dolor con irradiación hacia el oído, la aparición de nódulos en las regiones laterales del cuello, el sangrado nasal o los dolores de cabeza intensos pueden ser síntomas de diferentes enfermedades y entre ellas los tumores de esta zona.

Diagnóstico

El diagnóstico de estos tumores se basa en:

Historia Clínica y examen físico completo

Son el primer acercamiento para llegar a un diagnóstico correcto. La valoración clínica por parte del especialista se debe completar con una serie de pruebas:

  • Endoscopia: exámenes endoscópicos con una cámara conectada a un monitor y sistemas de grabación, son esenciales para valorar adecuadamente cada caso clínico y su evolución.
  • Biopsia: Consiste en tomar una muestra del tumor para poder analizarla y llegar a un diagnóstico definitivo. Se puede realizar con anestesia local o general. Las muestras de tejido se envían al departamento de patología donde un especialista hace una valoración microscópica de la misma.
  • En las lesiones de las regiones laterales del cuello se puede efectuar una PAAF (punción aspiración con aguja fina) mediante control ecográfico de la lesión que deseamos valorar.

Pruebas de diagnóstico por imagen

  • La ecografía del cuello puede ser una primera aproximación para valorar la presencia de nódulos cervicales.
  • La tomografía axial computerizada (TAC) con medio de contraste permite evaluar la situación del paciente pero tiene más valor para conocer la extensión de la enfermedad a distancia (tórax, cerebro).
  • La Resonancia Magnética es la prueba más apropiada para definir la extensión del tumor y su relación con las estructuras próximas al mismo, así como es la base para realizar la re-evaluación de los pacientes después del tratamiento y saber su evolución.
  • El PET-TAC es una prueba que puede identificar con gran precisión la extensión de la enfermedad, tanto a nivel de los ganglios linfáticos regionales como a distancia. La alta sensibilidad del método hace que sea esencial para la adecuada gestión de los pacientes.

Pruebas de laboratorio

La determinación de los niveles de calcitonina es muy importante para el diagnóstico de carcinoma medular de tiroides.

Los niveles de PTH, realizado durante y después de la extirpación quirúrgica de adenomas paratiroideos, sirve para el seguimiento, control y evaluación del éxito del tratamiento.

Tratamiento

El abordaje del tratamiento debe definirse en un comité multidisciplinar que valore individualmente cada caso. En iTAcC este comité es abierto y esta formado por un otorrinolaringólogo, un cirujano maxilo-facial, un oncólogo radioterapeuta, un oncólogo médico, un radiólogo, un anatomopatólogo y, cuando es preciso, participan en la decisión otros especialistas como un neurocirujano, un oftalmólogo, un cirujano vascular, un cirujano torácico, un cirujano plástico y un dermatólogo. Siendo además un comité abierto a la opinión de los profesionales de confianza del paciente.

endometrio

La finalidad de este grupo de profesionales es ofrecer a cada paciente, de manera personalizada, el tratamiento con mayores opciones curativas y con mejores resultados funcionales y estéticos.

Las bases del tratamiento de los tumores de cabeza y cuello son tres:

Cirugía

Con mucha frecuencia, la cirugía es la primera elección terapéutica en los tumores de cabeza y cuello. Desde hace pocos años, algunos centros especializados como iTAcC, gracias a las nuevas tecnologías y al mejor conocimiento de la biología de estos tumores, plantea realizar, a sus pacientes, abordajes mínimamente invasivos, evitando las intervenciones muy agresivas que causan incapacidades y secuelas no deseables a la vez que permiten convalecencias más cortas e incorporación temprana al estilo de vida normal.

El uso de cirugía con sistemas de láser transoral o el uso de microscopio quirúrgico ayuda a disminuir el daño funcional que estas intervenciones pueden causar.

Los tumores malignos de laringe, por ejemplo, pueden tratarse con técnicas de cirugía conservadora evitando la eliminación completa de la laringe con la consecuente pérdida de la fonación y la consecuente colocación permanente de una traqueostomía.

En ocasiones, es preciso que intervengan diferentes equipos quirúrgicos en combinación, con mucha frecuencia se precisa la actuación de neurocirujanos, cirujanos vasculares y cirujanos plásticos para conseguir el objetivo final de la cirugía y sentar las bases de la curación del paciente.

Radioterapia

cabeza-y-cuello

La radioterapia es una de las principales modalidades terapéuticas en el tratamiento de tumores de la región de la cabeza y el cuello.

La radioterapia sola, con intención curativa, se indica con frecuencia como el primer tratamiento de elección, como por ejemplo en el tratamiento de los tumores de la nasofaringe o de la laringe en los estadio iniciales, siendo una alternativa no invasiva a la cirugía.

La radioterapia sola, también está indicada en algunas situaciones para controlar síntomas que son consecuencia de la progresión local de la enfermedad, hablamos de tratamientos con intención paliativa cuya finalidad es mejorar la calidad de vida del paciente.

La radioterapia, cuando la enfermedad está localmente avanzada, se utiliza en combinación con quimioterapia con el fin de conservar el órgano y su función, con el objetivo de erradicar el tumor.

En otras ocasiones, si la cirugía no ha sido capaz de extirpar completamente el tumor o si existen dudas de la posible extensión del mismo, se pueden realizar tratamientos de radioterapia postoperatatoria.

La radioterapia moderna basada en técnicas de radioterapia de intensidad modulada y guiada por imagen digital (IMRT / IGRT) permite a los especialistas con experiencia en ellas, realizar tratamientos con una incidencia de efectos secundarios mucho menor que en otros centros en los que no se dispone de esta técnica. Por otro lado, al tener una baja incidencia de efectos secundarios, los especialistas, apoyados en los equipamientos de última generación pueden subir la dosis administrada al tumor consiguiendo un mayor índice de éxitos en el tratamiento.

iTAcC realiza sus tratamientos de radioterapia con el sistema Truebeam-STX, reconocido como el más preciso del mundo y que es capaz de cumplir las mayores exigencias de calidad en IMRT/IGRT demandadas por los especialistas.

Tras un tratamiento de radioterapia, en casos seleccionados se realiza un tratamiento, en pocas sesiones (1-5), con una precisión submilimétrica, sobre pequeños tumores o restos de los mismos, se trata de los llamados tratamientos de radioterapia estereotáxica fraccionada (SBRT) o de radiocirugía.

Quimioterapia

En la región de la cabeza y el cuello la quimioterapia tiene diferentes funciones:

  • En los casos de enfermedad avanzada, con el fin de reducir el volumen del tumor antes de una extirpación quirúrgica.
  • En segundo lugar, la quimioterapia se puede combinar con radioterapia en casos de tumores avanzados con una intención curativa como es el caso de los tumores de nasofaringe.
  • También, en el caso de enfermedad diseminada a distancia, la quimioterapia es uno de los tratamientos de elección.

La introducción, en los últimos años, de terapias biológicas y de fármacos activos frente a algunos factores de crecimiento tumoral han abiertos nuevas perspectivas vitales a este grupo de pacientes.

Los especialistas en Oncología Médica de iTAcC tienen gran experiencia en la utilización de este tipo de fármacos.

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Seguimiento

En iTAcC se dispone de los medios para efectuar el seguimiento y control de la evolución de los pacientes que han padecido un cáncer de cabeza y cuello con el fin de descartar la posibilidad de aparición de una recidiva de la enfermedad.

El seguimiento, como toda actividad oncológica en iTAcC, se hace de manera personalizada y con la cooperación, al ser una institución abierta, de los médicos que han intervenido en el diagnóstico y tratamiento de cada caso.

A veces, el paciente puede requerir un apoyo en la recuperación de sus funciones siendo asistido por rehabilitadores o logopedas de apoyo, tanto en lo que respecta a la reanudación de la fonación como a la deglución.