Tres factores de riesgo en cáncer de ovario

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8 de mayo, Día Mundial del Cáncer de Ovario

El riesgo aumenta con la edad y los antecedentes familiares lo duplican

Mujer postmenopáusica, sin hijos y con distensión abdominal son tres factores que definen el perfil de una mujer con riesgo de sufrir un cáncer de ovario,  el tumor ginecológico con peor pronóstico y el quinto en frecuencia en la mujer, que tiene una supervivencia del 90 % si se diagnostica a tiempo. Sin embargo, no hay pruebas de detección precisas y fiables, por lo que hay que estar alerta en el caso de mujeres hacia los 55 años de edad, postmenoáusicas, con pocos hijos o, sobre todo, sin ellos y que presenten distensión abdominal o masa pélvica.

Los síntomas del cáncer de ovario suelen confundirse con otro tipo de enfermedades menos importantes, y por este motivo estamos ante un tumor que en el 70 % de los casos suele diagnosticarse en etapas avanzadas. Además, existe poca conciencia acerca de sus riesgos entre las mujeres.

Por ello, es relevante conocer los primeros síntomas que alertan de la presencia de un tumor en los ovarios:

  • distensión abdominal o masa pélvica
  • sensación de saciedad a pesar de haber comido poco
  • dolor abdominal o pélvico
  • alteraciones de la micción sin explicación por otras causas más habituales
  • sangrado vaginal
  • alteraciones del ciclo menstrual
  • cambios en el tránsito intestinal

A estas formas de manifestación, se añaden otras más inespecíficas, como dolor de espalda, cansancio, pérdida de peso, derrame pleural y adenopatías inguinal, axilar o supraclavicular, que pueden alertar de la presencia de cáncer de ovario, un tipo de tumor del que se producen más de 3.000 diagnósticos nuevos al año en España.

Aunque todas las mujeres pueden desarrollar este tipo de tumores y las posibilidades aumentan con la edad, los antecedentes familiares son un importante factor de riesgo, presente en el 15 % de los nuevos casos de cáncer de ovario. Tener un pariente directo con diagnóstico de cáncer de mama antes de los 50 años o con cáncer de ovario sin importar la edad genera el doble de riesgo de sufrir esta patología que la población general.

También se ha observado que la incidencia de estos cánceres es mayor en países industrializados y algunos subtipos de cáncer de ovario se han visto ligados al consumo de tabaco.

No obstante las características de una persona que predisponen a desarrollar un tumor en los ovarios son:
ausencia de gestaciones
endometriosis (crecimiento del endometrio fuera del útero)
• estado postmenopáusico
• una primera menstruación temprana
• una menopausia tardía
• haber tenido un cáncer de mama

En el lado opuesto, hay medidas que se han revelado protectoras, como el uso de anticonceptivos orales, aunque no se aconseja su uso como tratamiento preventivo puesto que eleva el riesgo de otras enfermedades.

Para diagnosticar el cáncer de ovario, es necesario realizar distintas pruebas, como:

  • un examen pélvico completo
  • una ecografía pélvica
  • un análisis de sangre y de orina para medir los niveles del marcador tumoral CA-125.

La citología sólo detecta los cambios precancerosos en el cuello del útero. También puede detectarse con un escáner, laparoscopia o, si es necesario para confirmar el diagnóstico, a través de cirugía.

En términos generales, el tratamiento suele ser la cirugía para la extirpación de cuerpo del útero, eliminación de ambos ovarios y las trompas uterinas, además de explorar quirúrgicamente la cavidad abdominal y valorar la necesidad de administrar quimioterapia adyuvante –tras la extirpación del tumor para destruir células cancerígenas que puedan quedar en el organismo–. La radioterapia se emplea en situaciones que requieran paliar síntomas difíciles de controlar y debe valorarse en cada caso individualmente.

Dr. Pedro Aramburo

Oncología Médica