Vivir en sobreaviso salva vidas: la importancia de cumplir con el cribado de mama periódico

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El lazo rosa que luce a nivel mundial sólo es el símbolo del recuerdo constante de la lucha contra una enfermedad, el cáncer de mama, a la que se enfrentan cada día millones de mujeres en todo el mundo. Mañana puedes ser tú. Porque hablamos del tumor maligno más frecuente y porque días como el 19 de octubre parecen, incluso, insuficientes, para concienciar a la población femenina de las herramientas efectivas que tienen en sus manos para hacerle frente. Hablamos, de nuevo, de cumplir con los chequeos periódicos (mamografías) establecidas para su detección precoz; hablamos, también, de reconocer los síntomas que pueden delatar su posible existencia, así como de la importancia de la autoexploración. Pero, sobre todo, hablamos, de la responsabilidad de las mujeres adultas en la educación necesaria sobre el autocuidado de las más jóvenes. Porque ellas deben ser el ejemplo a seguir, cumpliendo con el cribado nacional establecido.

Afortunadamente, hoy en día, asistimos a un cambio de paradigma en el abordaje del cáncer de mama. A su detección precoz, gracias a los programas de cribado, se suma el asentamiento de lo que se conoce como Oncología de precisión, un término que está redefiniendo el tratamiento de los pacientes oncológicos. Se refiere a las estrategias terapéuticas hechas ‘a medida de cada uno de ellos’, que parte del conocimiento de las propiedades de cada tumor. Es decir, sus biomarcadores.

Como señala el Dr. Pedro Aramburo, director de Oncología Médica del Instituto de Técnicas Avanzadas contra el Cáncer (iTAcC), “los biomarcadores son la clave de la oncología de precisión. Sabemos que evaluar de manera más objetiva qué ocurre en un tumor, cómo responde a un tratamiento e, incluso, ir más allá, nos permite anticiparnos a su respuesta y así poder adecuar los tratamientos a la realidad molecular de cada tumor. Este es el camino que está  dando ventaja frente a la enfermedad”

Sucede lo mismo, con las terapias tradicionales como la radioterapia. Tal y como declara el Dr. Rodrigo García-Alejo, director de Oncología Radioterápica de iTAcC, “hemos avanzado a paso de gigante. El tratamiento del cáncer de mama con radioterapia, en casos seleccionados y gracias a la precisión de nuestros equipos se puede reducir de cinco semanas a una semana de duración”.

La radioterapia “es una herramienta útil para evitar la mastectomía. De hecho, actualmente en el 80-90 % de las pacientes se realiza un tratamiento conservador de la mama, y en todos estos casos es siempre necesaria la administración de radioterapia posterior”, insiste el experto.

Los profesionales que día a día se enfrentan al cáncer, y en especial al de mama, “necesitamos hacer hincapié en la necesidad de que la población entienda y asimile el importante mensaje de la prevención. Nosotros tenemos que seguir haciendo un esfuerzo para que se cumplan los programas de cribado que nos permiten detectar tumores en fases iniciales. Pero sólo entre todos, de la mano de las pacientes, del conjunto de la población femenina, de las asociaciones, podemos plantar cara a esta enfermedad desde sus inicios, para lograr vencerla”, reconocen los profesionales de iTacC.